Comenzando mi vida de soltero, de las primeras mujeres con las que salí fue con una Abogada. Especialista en Legislación Laboral, líder del departamento de contrataciones de aquella cadena de supermercados gringos que funcionaba en aquel país. Nos conocimos en el gimnasio y quedamos en ir a tomar un café después de una clase de multifuncionales. De eso ya hace unos 3 años o 4 años y de hecho, ella fue la segunda mujer con la que me acosté después de separarme de mi ex mujer.
Muchos recuerdos tengo de La Abogada, como cuando teníamos dos meses saliendo y por su excelente labor cuando estuvo en la universidad en el centro de estudiantes, le otorgaron un reconocimiento por el día del abogado. Aquel evento fue en el Colegio de Abogados de aquel país, ahí estábamos los dos como si fuéramos una pareja de años, ella llevándome de la mano a conocer a todos sus profesores y amigos, presentándome como su pareja, toda orgullosa de nosotros.
Algunos viajes a la región en la cual creció, me llevó a un museo en una Córbeta, conocí algunas playas del pacifico que no son para nada caribeñas, y al final de las noches fuimos al teatro. Unos de los mejores del país. Conocí a su familia y otros temas, solo tengo bonitos recuerdos de esa mujer, de su cuerpo, de los viajes y de todas las conversaciones interesantes que tuvimos después de coger como conejos en cualquier lado.
En nuestra primera cita, esa tarde hablamos de nuestras situaciones sentimentales, sentados en aquél café que le había recomendado su mejor amigo gay, ella estaba recién separada también, contando como estaba cansada de los hombres “inseguros y machitos”.. pero con una sonrisa muy coqueta me decía:
Tenemos dos cosas en común, lo de salir a correr y lo de haber salido de una larga relación.
Haciendo memoria hoy cuando escribo, no recuerdo de nada el por qué ella terminó su relación, lo que si recuerdo fue mi chiste cuando ella me preguntó:
¿y qué te quedó al final de tu relación?
Lo recuerdo bien, por lo que significa para mi aquella pregunta y por aquel chiste que solté..
¿el final de mi relación? Me dejó deudas.
Y ella muy curiosa me pidió detalles y como me sentí en confianza y necesitaba sacar todo aquello y desahogarme un poco con alguien le conté con detalles como básicamente mi ex mujer se había quedado con dinero que era “nuestro”. Ella me preguntó:
¿Cuánto fue? Y.. ¿Cuánto tiempo estuvieron juntos?
Después de responder con cantidades exactas de dólares y días, ella con su mirada de Abogada, como quien da un veredicto o una recomendación a un cliente, me dijo lo que fue el punto de inflexión, punto final y punto de cierre para mi de ese asunto:
Saliste barato, a veintisiete dólares el mes, ni un dólar al día valió ella para ti, al final de todo. Si esto fuese un divorcio, te cuento que ganaste sin lugar a duda… Es una tontería, pagas más al mes en el gimnasio de lo que te costó ella.
Y si, eso es lo que necesitaba oír para enterrar todo ese tema del dinero, después de darme cuenta que ni un dólar al día me costó esa mujer, al final… la sentí a toda ella tan barata, tan estándar. Hasta ese día pensé con molestia o resentimiento en eso. A los días, cada vez que pensaba en ella diciéndome:
Saliste barato, ni un dólar al día valió ella para ti….. solo me daba risa.
Salí unos 6 meses con La Abogada, al final terminamos porque tenía demasiadas similitudes con mi ex mujer, más de las que honestamente quería en mi vida de nuevo, si algo tuve claro desde el mismo momento en que me separé, es que no quería otra mujer ni medianamente parecida a mi ex mujer, y esta chica lamentándolo mucho para ella, tenía bastantes similitudes.
También estaba el tema de que yo quería irme a Europa una temporada y ya me habían hecho una oferta de trabajo y estaba sobre la mesa, esperando mi respuesta y fecha de viaje. Obviamente ella con una carrera emergente en su ramo no se iba a ir a otro país a comenzar de cero y en una profesión que no se lleva muy bien con la migración.
Fui incapaz de mentirle y sinceramente la terminé con un "no eres tú, soy yo" y primera vez en mi vida diciendo eso siendo muy cierto. También estaba muy seguro en que si seguía más tiempo en esa relación, me iba a costar más de veintisiete dólares al mes. Hoy día tengo una relación bastante cordial con La Abogada, no soy de seguir en contacto con mujeres de mi pasado, pero con ella siempre hay un mensaje de cuando en vez con un saludo y con algún chiste interno entre los dos.
Ella aunque no lo sabe, me ayudó a sanar, me ayudó a salir a flote después de toda mi separación y por eso siempre tendrá un lugar especial en mis Historias… Es primera vez que escribo de ella, estoy intentando retomar el blog pero ya no es una tarea importante para mi, pero ella hoy me llamó y hoy me provocó contarles de ella... de La Abogada.
Hoy me llamó para enseñarme un libro que encontró con un teléfono escrito en las primeras paginas, pero sin nombre. Un día, en una tarde de invierno vimos la película de Serendipity y nos habíamos prometido, que si nos llegaba a pasar algo de ese tipo, nos íbamos a avisar.
- Llama, a lo mejor es un posible marido sin argumentos cuando discuta contigo.
- Ya llamé, es una vieja que le gusta ir a bailar salsa y que le encanta echarle cuanta porquería hay a los completos. Avísame si le doy tu número.
….Hoy día, como es normal después de terminar una relación de muchos años, cuando tengo algún pensamiento intrusivo de mi ex mujer, pensamientos que no llegan a diario pero siempre llegan por cualquier tontería, los elimino de una sola vez. Solo recuerdo cuando estaba sentado en aquel café con esa Abogada tan guapa, ella en aquél pantalón rojo y blusa negra, con aquel escote que detiene el trafico y con café en mano, mirándome fijamente, con una cara muy seria y sin andar con juegos, dando su veredicto como letrada:
Saliste muy barato, a veintisiete dólares el mes, ni un dólar al día valió ella para ti, al final de todo… Saliste barato.