domingo, febrero 10, 2013

a tres cuadras de tu casa...

Hoy prendí el carro y agarré rumbo a esa autopista que me llevaba día por medio hasta tu casa, misma noche, mismo asfalto, misma música, misma brisa, misma Caracas.. mismo camino… misma urbanización… pero hoy no fuiste tú la razón de mi recorrido nocturno sino el cumple años de un nuevo compañero de trabajo y por cosas de la vida vive a tres cuadras de tu casa.

Mientras pisaba a fondo el acelerador y corría mi nostalgia a 120 kph, sentía tenuemente cómo si me estuvieras esperando y nunca te dije cómo me encantaba aquella manía tuya de estar perfectamente perfumada a mi llegada, muchas veces me abriste la puerta con ropa de casa pero siempre perfectamente perfumada y nunca me quisiste decir el nombre de tu perfume, seguramente para que no te emulara nunca en la vida después de tu partida.

Nunca te lo dije, pero me gustaba ir a visitarte en las noches más de lo que imaginas y no era sólo por el sexo (aunque el sexo siempre fue...suspiro).. sino por tu aroma y ver tus rituales para recibirme, tenías que “echarte una pinturita” o simplemente perfumarte, coño.. joder!! como te extraño!!!

Por fortuna para mi, gracias a toda la corte celestial que desde el apartamento del pana no se veía hasta tu casa, aunque sé que en estos momentos te encuentras en lo del postgrado en otro país, te juro que te hubiese buscado en cada ventana de aquella casa inmensa que tienes por hogar en esta ciudad y recordé como hace siglos te hacía el amor en el balcón que da hacia una de las calles transversales.

Luego pasé a la etapa de “ojala estuvieses aquí”.. estaba tan rodeado de Ingenieros que te hubieses llevado bien con todos,  nos hubiésemos ido seguramente de la fiesta en horas tempranas rumbo a tu cuarto… odiaba tu cuarto, maldito calor.. pero lo extraño.. no mentira, no extraño tu cuarto, sino te extraño a ti.

De regreso fue creo que lo más raro de todo, mientras iba por mi camino de vuelta, casualmente de regreso nunca me iba por el mismo sitio, aprovechaba la falta de trafico de la madrugada.. .bueno, de regreso sentía que venía de verte sin estar pensando en ti, fue muy extraño, como si mi subconsciente me quisiera engañar con tu presencia ficticia y así con ese sentimiento tan extraño llegué a mi casa, desde el estacionamiento al apartamento, en el ascensor fue que me di cuenta que algo iba mal y que no venía de verte.

El aroma de tu perfuma no estaba impregnado en mi.. 





1 comentarios:

beabella dijo...

muy buena historia. Con mucha carga de melancolia, pero buena como todas