lunes, abril 24, 2023

Otro Momento en la Eternidad

Hace muchos años, cree este blog en una madrugada cuando me sentía como hoy, mismo sentimiento, pero una distinta mujer. Estoy acabando de tener cuatro orgasmos, de los mejores del mes con una mujer impactantemente hermosa… si una mujer detiene el tráfico, es una mujer como ella.

Ella duerme, después de esa botella de vino rosado que se tomó, después de esas dos horas y algo de sexo y de sus quejas porque no soy de gemir escandalosamente cuando acabo. Ella duerme y yo como hace catorce años, sentando en otro escritorio con el mismo sentimiento de aburrimiento escribiendo en Historias...

Después de dos malas decisiones y muchas Historias… me siento de nuevo en el punto de partida, pero ya no tengo veintisiete, tengo cuarenta. La chica que duerme en mi cama, le dije que tengo treinta y uno, no dudó en creerme. Las ventajas del ejercicio y de la buena alimentación todos estos años. Soy el mismo, solo que mis madrugada ya no son comiendo compotas, bebiendo whisky y haciendo abdominales.

Me gustaría que esta mujer se despertara y me dijera: Llévame a mi casa. lo haría, pero ya no en mi fiel Virago 1100, sino en ese carro de señor grande que tuve que comprar, para moverme en las nuevas obligaciones que me competen. Pero no, está dormida. Es médico, tiene guardia en aquella clínica donde la conocí a las ocho de la mañana, al menos se despertará temprano.

Eso me molesta un poco, mi ex ha sido la única mujer que al principio no me molestaba en mi casa, creo que esa fue una de las situaciones que me atrapó a ella por tantos años, no me molestaba. Siempre me ha gustado dormir solo, cuando me toca compartir noche con una mujer por lo general ando despierto hasta tarde, rondando el estudio, escribiendo en este blog.

Perdí mis treinta con dos mujeres que no valían la pena, la primera culpa mía y la segunda tambien. De la primera no tengo muchos recuerdos de salidas posibles antes que todo se derrumbara, pero con la segunda si, hubo tantos redflags, y todos me lo advirtieron, pero nada… estaba tan enamorado y siempre tuve salidas con ella, pero nunca me fui.

Mismo sentimiento, distinta mujer, distinto apartamento. Seguramente me termine el whisky que me serví y vaya a la alcoba, despertarla y tener sexo de nuevo, con ese cuerpo impactante que detiene el tráfico.

Es la única manera que conoce mi aburrimiento que le de sueño...




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