jueves, julio 17, 2014

02:37 AM

cargo con esta extraña inmovilidad
de saberme ajeno a tu domingo.
donde encender un cigarro y
mezclarnos entre el humo
asomados por la ventana del cafetín
donde soplan las palabras y no vuelven

porque quizás haya sido esa noche
maldita noche
la miseria de encontrarnos en el viento áspero
de una Caracas en habitación
y el aroma a tabaco
y el whisky que moja mis labios
y la quietud húmeda que se oculta entre tus piernas.

Ya no sucede lo de arremeter en ti
con mis manos silenciosas
y mi boca en tu espalda
ya no llega hasta ti
mi arcaica sonrisa
mi lenguaje paralelo
ni mi cabello hundido en tu pecho

ya no importa la noche
ni el ultimo cigarro
ni la hora del whisky
ni el segundo en que matar o morir
ya no importa..


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