viernes, octubre 24, 2014

Crónicas Myselfianas: La Abogada.


Yo: el de siempre, el de a ratos… el que se gana la vida contando cosas, tanto en su trabajo como en este blog, en su trabajo cuenta el dinero de los demás y en este blog cuenta su vida.. ese soy yo, Myself..

Ella: ojos claros, tetas grandes, casada, con un hijo de 2 años… un esposo aburrido que seguramente hace años dejó a un lado el interés animal de desnudarla y follarla por puro deporte y ahora seguramente se la folla porque sigue siendo mejor que masturbarse en el baño, nada más. Siempre detrás de una mujer atractiva está un hombre cansado y aburrido de follársela.

Yo: sigo aprendiendo como ser “el otro” aunque lo admito, no se me “da muy bien”. Y no es por lo de “compartir” sino que las mujeres casadas tienen esa mala costumbre de follar cuando a ellas les provoque y no cuando a mi me de la gana.

Ella: Tatuada.. muy escondidos, tatuajes pequeños en zonas muy coquetas. Ojos claros, tetas grandes, cintura pequeña… como la de una mujer que después de dar a luz se hizo fanática del gimnasio, de las ensaladas y de cenar proteínas.

Nos perdimos un día, entramos a un hotel de esos que se alquilan por horas a las 8 am en lugar que a nuestras oficinas cómo debimos haber hecho, primero se lo hice frente al espejo afuera del jacuzzi y luego dentro del jacuzzi como si fuese Aquaman. Y luego tocó en la ducha, en el potro, en la silla de la habitación...en la cama, en el techo.. en el sauna y aunque salimos del hotel a las 4 pm, todavía tengo la sensación que se lo hice pocas veces, yo eyaculé 5 veces y ella… cómo para ser humilde y sencillo puedo decir que acabó unas 3 veces. Siento que no se lo hice las veces suficientes, quise hacérselo unas mil veces más.

Eso fue un Viernes, no hablamos mucho el fin de semana porque obviamente, ella seguía casada y yo seguía siendo el otro, volvimos a vernos el martes en aquellos pasillos corporativos donde nos conocimos, donde nos encontramos.. donde nos vemos casi a diario y ella tal vez porque le gustó o tal vez por educación me dijo que todo aquello del potro y del sexo oral le había excitado demasiado como no se excitaba en años y la invité de nuevo “cuanto tú puedas podemos repetir de nuevo” y ella con un “con calma vaquero” se fue por los mismos pasillos por los que vino.

Magistralmente después de habernos acostado, también dejamos de hablar seguido. Me dejó saber en uno de esos encuentros en la fotocopiadora que “podemos tener algo casual, pero tienes que entender mi situación, no quiero problemas en mi casa” a lo que obviamente no me opuse y dí gracias a dios porque desnudarla de nuevo sólo era cuestión de tiempo. Y así pasaron unas semanas, una década, un siglo y ella comenzó a ignorarme y yo… yo comencé a perder la fé en aquel segundo encuentro.

Ella ignora cómo raro, no me habla pero si le escribo me responde, hasta me ha enviado fotos metiendo uno o dos dedos en aquel sitio secreto que sólo he visitado un día, hace algunos días en aquel hotel que se alquila por horas. Si no le hablo ella no lo hace y si le digo para vernos ella nunca puede y es que hasta medio perdí la paciencia y me le metí en la oficina en estos días y sólo salí con una paja, porque ni quiso metérselo en la boca y creo que a pesar de todo, que te masturbé una mujer tan hermosa sigue siendo algo bueno en la vida.

Ayer me dijo por fin, por fin ayer me dijo: “lo de nosotros era para que sucediera una vez y nada más”.. y sé que si me pongo pesado a insistir con el tema allí si es verdad que nunca más me dejará quitarle la ropa y es que yo sé que ella está casada, pero eso es lo que me emputa la vida de las mujeres casadas, que las tipas te dan culo es cuando a ellas les da la gana.. coño de la madre..

Hace rato colocó una foto en su whatsapp, en un restaurante con el esposo, él hoy la llevó a cenar, como para hacer algo diferente, cómo para que el mundo lo vea del brazo de una mujer hermosa y seguramente llegaran a su casa y él la follará como todos los días.. sin ganas, con flojera, si es que se la folla.. sabrá dios si lo hace o no. Y yo aquí, como un pendejo, pensando que si fuese él y estuviera en ese asunto, me conformaría hasta.. con ella tocándome el pene.

Y haciéndome una buena paja..



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