Caminaba cerca a los árboles en aquel día soleado por el bulevar, verte sin intención alguna de encontrarte, verte a través del vidrio que confundía tu rostro con el reflejo del brillo,… detener mis pasos para observar,… ¿eras tú? ó simplemente una ilusión de aquellas que nunca faltan, las que están sólo para hacernos recuerdo de algún tiempo que no nos acompaña.
Todo mi ser se congeló de la sorpresa,…confirmar la alternativa,…eras tú…, ibas con esa apariencia algo fría, tus impresiones bien escondidas… sabrá Dios cuanto amor escondes tras aquel gesto indiferente. Tanto tiempo fue el que pasó sin vernos, que todos los centelleos de ánimos que alguna vez existieron esperanzados ante algún posible encuentro, poco a poco en su trémula existencia se fueron escondiendo... y hoy creí que verte… no sería lo mismo…
¿Dar tregua a las huellas de los pasos? De tu desnudez en algunas noches me acuerdo, tus suaves rizas con algunos sonidos en algunos días.. las confundiré.. pero, de tu dulce mirada tan elegantemente perfeccionada, simplemente en mi alma la llevaré nítidamente impregnada, eso sí, si de huellas se hablara, esas huellas por la arena del desierto del olvido nunca se dejarán cubrir.
¡Huy...!, los recuerdos que se encarnan, cada sensación que se creía enterrada, cada una de las palabras que quedaron entrecortadas y no fueron totalmente pronunciadas. Los buenos momentos que siempre nos acompañaban y en gratas noches nos acurrucaban, mientras creíamos que todo era perfecto y… eterno. Cuando algunas noches bailábamos solos con innumerables canciones, aquellas canciones que nos decían “no somos bailables”, pero se quedaban perplejas al vernos volar,…
Sentimientos, vaya que complejos, solo se que… te quiero…, pese al tiempo y sus contratiempos, pese al adiós y al relativo encuentro, pese a lo lejano que nos encontremos y que siempre nos olvidemos.
Decidir en ingresar a la tienda en la que te encontrabas, tal vez solo para saludarte, tal vez para hablarte por largas horas expresadas en sólo unas palabras y entre esas palabras, soltar el brote del sentimiento.
Fui ingresando y vi que tú no me habías notado… Mil situaciones pudieran darse, incontables acontecimientos pudieran nombrarse… todas se desvanecieron… el frío y el miedo se entrometieron, sudor relampagueado que fluyó por lo impensado,… alguien llegó y te abrazó… Quizás era un familiar,…ligera esperanza que se quiso quedar… y sin más, aniquilada. Tú correspondencia a aquel abrazo, tu complementación con tu rozar a sus labios,…tus besos…, besos de los que no hable… era lo que más tenia en mis días con tus días, tanto que los deje por asentado que siempre estarían,…siempre…
Disimulé mi entrada a la tienda, dirigirme a lo mas recóndito, demorar en seleccionar cualquier chuchería que allí vendían. Ni voltear a ver, evitar las posibles complicaciones, sobre todo por los sentimientos remembrados…
Instantes pasaron, uds. habían salido, compré algunas cosas y al rato también salí de ahí. Continué mi camino por el bulevar, el sol queriéndome dar fuerzas pero, ahora yo, apegado a las tiendas. Pensar lo pasado, vuelta el hincapié a la esperanza,… si sola te hubiera encontrado… tal vez te diría…
Todo mi ser se congeló de la sorpresa,…confirmar la alternativa,…eras tú…, ibas con esa apariencia algo fría, tus impresiones bien escondidas… sabrá Dios cuanto amor escondes tras aquel gesto indiferente. Tanto tiempo fue el que pasó sin vernos, que todos los centelleos de ánimos que alguna vez existieron esperanzados ante algún posible encuentro, poco a poco en su trémula existencia se fueron escondiendo... y hoy creí que verte… no sería lo mismo…
¿Dar tregua a las huellas de los pasos? De tu desnudez en algunas noches me acuerdo, tus suaves rizas con algunos sonidos en algunos días.. las confundiré.. pero, de tu dulce mirada tan elegantemente perfeccionada, simplemente en mi alma la llevaré nítidamente impregnada, eso sí, si de huellas se hablara, esas huellas por la arena del desierto del olvido nunca se dejarán cubrir.
¡Huy...!, los recuerdos que se encarnan, cada sensación que se creía enterrada, cada una de las palabras que quedaron entrecortadas y no fueron totalmente pronunciadas. Los buenos momentos que siempre nos acompañaban y en gratas noches nos acurrucaban, mientras creíamos que todo era perfecto y… eterno. Cuando algunas noches bailábamos solos con innumerables canciones, aquellas canciones que nos decían “no somos bailables”, pero se quedaban perplejas al vernos volar,…
Sentimientos, vaya que complejos, solo se que… te quiero…, pese al tiempo y sus contratiempos, pese al adiós y al relativo encuentro, pese a lo lejano que nos encontremos y que siempre nos olvidemos.
Decidir en ingresar a la tienda en la que te encontrabas, tal vez solo para saludarte, tal vez para hablarte por largas horas expresadas en sólo unas palabras y entre esas palabras, soltar el brote del sentimiento.
Fui ingresando y vi que tú no me habías notado… Mil situaciones pudieran darse, incontables acontecimientos pudieran nombrarse… todas se desvanecieron… el frío y el miedo se entrometieron, sudor relampagueado que fluyó por lo impensado,… alguien llegó y te abrazó… Quizás era un familiar,…ligera esperanza que se quiso quedar… y sin más, aniquilada. Tú correspondencia a aquel abrazo, tu complementación con tu rozar a sus labios,…tus besos…, besos de los que no hable… era lo que más tenia en mis días con tus días, tanto que los deje por asentado que siempre estarían,…siempre…
Disimulé mi entrada a la tienda, dirigirme a lo mas recóndito, demorar en seleccionar cualquier chuchería que allí vendían. Ni voltear a ver, evitar las posibles complicaciones, sobre todo por los sentimientos remembrados…
Instantes pasaron, uds. habían salido, compré algunas cosas y al rato también salí de ahí. Continué mi camino por el bulevar, el sol queriéndome dar fuerzas pero, ahora yo, apegado a las tiendas. Pensar lo pasado, vuelta el hincapié a la esperanza,… si sola te hubiera encontrado… tal vez te diría…
“Solo sé que… te quiero…, pese al tiempo y sus contratiempos, pese al adiós y al relativo encuentro, pese a lo lejano que nos encontremos y que siempre,… siempre…nos olvidemos…”
6 comentarios:
lo de los miercoles.. para mi uno de los mejores escritos de Nogard.
saludos a todos.
Me encanta la canción de hoy!!
Wow.. De verdad eso te paso?? Yo me hubiese largado a llorar. O por lo menos hubiese salido espantada de ahi. Nunca me ha pasado, de solo imaginarlo, se me enoge el corazon. Y todavia la quieres... No se si desear que el tiempo borre ese sentimiento es bueno. Al parecer, a ti no te molesta guardarlo. Saludos.
Ahh... me encanta greenday!
retrataste un pedacito de mi historia.
quizas me copie lo que le hubieses dicho...para decirselo.
La vida sigue y cada cual siguió su camino y al igual que muchas relaciones, siempre nos olvidamos el uno al otro para poder continuar. Su encuentro no fue nada esperado, creí que la había borrado de mi mente o al menos que ya no sentiría lo mismo al verla, pero al ir recordando, trajo a los sentimientos, por los que muchas veces se da la vida…, los que nos muestran que el tiempo no tiene cabida.
Todas mis anécdotas han pasado, aunque ninguna es reciente y sin contar los relatos del anciano y el niño. Esta me ocurrió un poco antes de escribir aquí en Historias e iba a ser la primera que publicaría, pero su primera redacción no se entendía ^^! que bueno que esta si :P
Con solo ver momentos me es suficiente para saber que se vivió, más sin llegar al extremo de aferrarme, generalmente no cuento las partes negativas o los desenlaces, por lo que no busquen una correlación entre relato y relato.
Hasta la próxima, y gracias.
Enfermita, peleando... aquí me tiene, fiel, Sr. Nogard.
El texto me hizo guiñitos acá y allá... me parece haberlo leido antes... verdad que sí? Shhhh!
Pero sí ví que lo modificó, que lo amplió, lo remozó.
Es duro, le decía antes, encontrarse así en la vida. Sabiendo que uno sigue amando y no sabiendo, queriendo creer que sí sabe, que el otro no ama.
O que no ama tanto...
O que el recuerdo de aquellos días se le borró por completo de la mente.
Es duro, supongo. No me ha pasado.
Me hizo, como le decía entonces, ponerme en los pies de otra persona. Una que me quizo a mí, que el dejarme me hizo mal y que, luego, al verme partir tranquila, quiso recuperarme...
... pero era tarde ya.
Porque a veces nos dejan por no saber amar. Y luego, cuando llegamos a la altura del otro y nos aman, nos damos cuenta de que no es igual. No es verdad también?
No sé, prometí no ser taaaaaaan conflictiva con los comentarios de sus posts, pero me dejó reflexiva.
Y me disculpa el retraso, ayer no lo revisé a tiempo por el exceso de trabajo y la congestión nasal que me dió sueño muy temprano.
Pero qué lindo me ha resultado leerlo...
... que esté bien! :D
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