Descubrí

Descubrí que aquella vida sin salir con mujeres todos los días no era tan aburrida como yo creía, me di cuenta un poco tarde que realmente era más importante en si Juana terminó su carrera de la universidad a que si Juana va al Gimnasio 4 veces a la semana. Me di cuenta un poco tarde que el aburrimiento es placentero, es hasta divertido y que puedo llevar una vida sencilla, básica y corriente.. nada de esa mierda del casanova y el playboy, pues amigo lector créame si yo le digo a usted que el sixpack no sirve para nada, y en 10 años a nadie le va a importar si usted hoy día va a la playa con su camioneta llena de reggeton y de mujeres todos los fines de semana.

Descubrí un poco tarde que no necesito gran cosa para ser feliz, que el tiempo que te tomas para besar a la mujer que amas en la boca debe ser el doble del que realmente pensaba que era. Aprendí por las malas que sólo falta lo que se espera, dejar que todo fluya como el agua del río es lo que debí hacer desde un principio, confíen en mí,  no todos nacimos para ser esposos o padres o para tener de a cuatro mujeres al mismo tiempo, sólo darle tiempo al tiempo y todos somos diferentes, eso es lo sabroso de la vida. Aceptar vivir con tus diferencias y aprender de todas ellas.

Descubrí que lo insignificante no era tal cosa, sólo era así porque lo desconocía, porque no sabía su verdadero significado. ¿Y si quiero ser un tipo ordinario y común? Sin la moto, sin las camisas de seda, sin las corbatas.. ser un tipo con una vida fácil y vulgar, ¿y si no deseo más que simpleza y rutina?. Un café en el mismo sitio todas las mañanas y lavar la ropa los sábados en la noche… caminar con ella (esa mujer que todavía no conozco) por la calle agarrados de la mano y que no importe si pega mucho el sol o si hace mucho frío.

Descubrí que lo que siempre había deseado es una vida que no haga ruido, una vida común, desconocida, predecible. ¿Qué hay de malo en desear una vida sin muchos pronósticos?. Con una mujer calmada, de buena casa y con Lump a nuestro lado, una vida sin riesgos y sin aventuras. Hablar de los libros de turno con una copa de vino bajo la luz de las velas y que nuestro perro esté echado allí a un lado. ¿y si quiero conformarme con muy poco?

… ¿Quién diría qué es realmente poco?