Solté el laptop, me levanté de la silla. Abrí la puerta
de la oficina, tomé el pasillo, doblé a la izquierda, luego a la derecha, luego
a la izquierda y caminé por el largo corredor hasta llegar al ascensor. Esperé
a que llegara. Marqué planta baja, me monté, al llegar a planta salí y luego de
caminar un poco más, dejé atrás la recepción, el estacionamiento, la oficina.
Caminé unas cuantas cuadras, dos más, otras tres. Mis pasos eran inertes,
tenían una pasividad automática. La luz del sol no quemaba como otros días, era
de un amarillo triste, un amarillo opaco. Llegué a un punto en que por el mismo
impulso que me hizo salir me hizo detenerme. No pude seguir. Miré hacia
adelante, miré hacia atrás y vi todo lo que había caminado. Me di la vuelta
para ir de regreso al trabajo. Había logrado huir por unos minutos.
Todo era sólo un entrenamiento, un simulacro.. una
prueba.. estaba practicando
Ya llegará el día.
2 comentarios:
Preparándote y preparándonos para largar, para despedirte, para dejarnos??????
En mi experiencia, ese tipo de seguridad solo se da una vez. Si no aprovecho el momento, la pierdo. Te felicito por practicar y tener conciencia de que solo era eso, una practica.
(Que diferente a todo lo que escribis siempre)
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