y un día nos sentamos en un banco en aquel parque y duramos horas mirando hacia el mismo sitio uno al lado del otro…sin cogernos de las manos y sin besarnos como si fuéramos dos perfectos extraños y mordí mis labios para hacer del silencio mi escudo y mordí mis manos para que no se escabulleran en busca de las tuyas… ... pero llegó el momento en que me cansé, me levanté y me fui.
y años después me preguntaste…
y con mucha tristeza simplemente te respondí..
y años después me preguntaste…
“¿por qué no me hablaste, aquella tarde en aquel parque?..”
y con mucha tristeza simplemente te respondí..
porque tú tampoco lo hiciste..
1 comentarios:
El silencio aveces solo son millones de gritos inaudibles...
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