una docena de rosas..

y vengo llegando de una cena de negocios con algunos whiskys encima y lo único que puedo hacer cuando siento es… sentir y amar y que en el mismo infierno decidan lo que está bien o mal y por eso yo agarré el teléfono hoy en la mañana y llamé a una floristería cualquiera y pedí una docena de rosas y con papel en mano, adjuntando la dirección de su oficina, le mandé una docena de rosas, aunque ella dice que “las odia” yo compré una docena de rosas para ella y si no le gustaron, pues que las bote! y con dirección adjunta, sin colocar mi nombre le mandé una docena de rosas, una rosa por cada.. por cada.. por lo que sea, le mandé una docena de rosas porque me lo paso pensando en ella y porque me dio la gana y sin colocar mi nombre, pero con una carta y la carta decía mas o menos algo cómo:

"Te regaló estos dos días desperdiciados como una forma para que pienses en mí. Sé que no te gustan las rosas, pero deberías acostumbrarte, las ganas de verte me hacen llamar por teléfono a una floristería y “malgastar” dinero comprándote flores. Intenté comprarte cierta pastilla para el dolor de cabeza (lleva días con jaqueca), pero las farmacias no hacen entregas a domicilio ni entregan cartas de este tipo. Una de las cosas que más me gustan de enviarte flores es que seguramente estás sonriendo en estos momentos y esa sonrisa vale cada centavo que gasté y cada segundo de los dos días (según ella, es lo que duran las rosas) que las tendrás contigo.

Si sales al pasillo, veras los mariachis que también alquilé, los cuales creo que deberían entrar a cantarte en unos diez minutos en cuanto el mensajero llame a la floristería para decir que tienes las flores y ellos me llamen a mí y yo los llame a ellos para mandarlos a pasar y tranquila, son sólo 3 canciones. Espero que tu jefe no te regañe por la bulla y el escándalo, pero.. honestamente hoy no me importa que te regañen. Si te despide, yo te doy empleo… me daría mucha risa, que tengas la oficina llena de clientes.

La semana se me sigue haciendo larga y todavía no es sábado … y tranquila, no hay mariachis. Seguro te pusiste como loca.

Mandando esto, estoy seguro que para cuando lo estés leyendo no habrás pagado la “deuda” que tienes conmigo (ella me debe algo, que tiene que ver con su cuerpo y con el mio).. es que yo sé que… eres mala paga..

Muy mala paga.."

y después de estas clases de cosas, queda sólo esa sensación de “si retrocediera el tiempo, seguramente lo haría de nuevo..” y es que la vida es tan corta, para detenernos a pensar en lugar de sentir y maldita sea todo…

seguro su novio, no le manda rosas a la oficina..