lunes, marzo 31, 2014

Caracas - Valencia - Caracas


Tenía que ir a Valencia a firmar un contrato, de esos que se tienen que firmar en persona como si un trato con el mismísimo diablo se estuviese haciendo y mientras cenábamos después del sexo se me ocurrió comentarle, ella instantáneamente sugirió espontáneamente de la misma manera “si quieres te acompaño” y como no me vino a la mente alguna excusa de manera oportuna, le dije: “ok, está bien, paso por ti mañana a las 6 am”.

Una vez en carretera y cuando el reloj marcaba las 7:15 am, me di cuenta, que ella y yo no teníamos nada en común aparte del doggy style. Intenté poner música, ella la quitaba.. al darse cuenta que en mi Ipod no tenía ni a Rihanna ni a Shakira, prendió la radio. Intentó comentarme algo sobre su gimnasio o lo costoso que se ha puesto la ropa en Zara y yo sólo me imaginaba, detenerme en la siguiente estación de gasolina y bajarla del carro... eran tan incomodo el silencio.

Llegamos muy rápido a la parte en la que perdí la paciencia, y ustedes dirán ¿es qué en ese momento es que te diste cuenta que no tenían nada en común con ella?.. pues si, generalmente desde que salimos no hablamos mucho, siempre terminábamos besándonos y empezamos a besarnos antes de saber su segundo nombre o su primer apellido y miren que esa mujer sabe cómo besar con la lengua (entre otros majestuosos usos que le da a su lengua), eran tan desagradable el silencio, que cuando ella se fastidió de jugar con su celular, intentó quedarse dormida.

Y llegamos a Valencia, pudimos encontrar algo de qué hablar: “Las protestas que invaden Valencia, porque metieron en la cárcel a uno de sus alcaldes”. Nos detuvimos a almorzar, y de regreso ella pudo dormir y yo pude escuchar un poco de mi música y gracias a dios el regreso fue muy rápido, sin tráfico, nada tormentoso como fue la ida en la mañana. Y al llegar a Caracas, la fui a llevar a su casa, y me invitó a subir a tomar un poco de agua y a quitarle la ropa… y así llego la noche, después de cenar pizza y de hacerlo mientras nos bañábamos en esa ducha tan de sexo que tiene su apartamento, iba yo en el ascensor hacía el estacionamiento y me puse a pensar mientras intentaba acomodarme la ropa frente al espejo.

Es increíble.. lo único que tenemos en común es el doggy style



2 comentarios:

Michelle Durán dijo...

Tù y tus problemas de primer mundo con perfumes y faldas me divierten que jode (:

Tardes de lluvia dijo...

Holaaa, nos encanta tu forma de escribir, es muy natural, nos encantaría que miraseis nuestro blog y nos dijeseis (Todos, seguidores y escritores) qué tal está: http://etereopensamiento.blogspot.com.es/ agradecemos todos los comentarios y consejos y si queréis colaborar seréis bien recibidos.
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