martes, marzo 18, 2025

17 de Marzo

Últimamente sufro del síndrome de Bill Clinton, el cuál es: estar muy ocupado y coger con lo primero que tengo a mano.

Ella, Locutora de ese programa de la emisora PoP de 5 PM a 7 PM, experta en estar ocupada, en subir cerros para hacer ejercicio y en hablar de sus tatuajes.

Yo, oportunista y depredador.

Fuimos a cenar escargots y luego a mi apartamento con una botella de vino, la cual pagué a un precio muy alto en el restaurante, para la porquería de vino argentino que era… y tuvimos mucho sexo, y yo no lo estaba disfrutando tanto, solo pensaba: 

Se lo voy a hacer como para que piense en mi todo el mes.

Ella: detente porque voy a mojar toda la cama, tanto que no vas a poder dormir.

Yo: lo hice más rápido y con mucha más fuerza.

Ella… hizo squirt

Yo…pensé en que iba a tener que lavar el colchón antes de dormir.

Terminamos, me pidió agua, me dijo: sabes que no me puedo quedar, tengo una reunión a la 9 AM (me lo había dicho hace dos días cuando quedamos en cenar hoy) pero prometo venir a verte en 15 días.

Ella, experta en estar ocupada, ya me había dado cita para dentro de 2 semanas.

Yo, desentendido y apático.

Cuando bajábamos hasta la calle, donde esperaba su Uber, me comentaba lo bonito de mi edificio, lo cuidado y callado que era, las flores de las áreas comunes y la excelente iluminación.

Ella: creo que hice un poco de ruido cuando me estabas cogiendo, pero nada de lo que tus vecinos no estén acostumbrados.

Yo: ¿mis vecinos? fingiendo demencia, entendiendo el comentario, pero ignorándolo por completo.

Ella… si, típico apartamento de soltero lleno de sexo.

Yo……..

Desinteresado y aburrido, abriéndole la puerta del taxi.



lunes, febrero 03, 2025

fuimos felices...en algún momento

En todos los años que estuvimos juntos estoy casi seguro que fuimos felices en algún momento, 100% felices los dos, fue poco tiempo, lo sé, tan poco que no lo recuerdo con exactitud, no recuerdo el punto justo en el que sucedió, pero no me quedan dudas de que de seguro fuimos felices los dos, juntos... en algún momento.

Si recuerdo cuando comenzó a deteriorarse mi amor por ti, pero no tengo ni idea cuando comenzó a perecer el tuyo y me aferré con tantas fuerzas a lo nuestro con la tonta esperanza de que volveríamos a ser felices como antes, pero fui poco a poco perdiendo el punto exacto de lo que yo llamaba “antes” y nunca supe en todos nuestros años, cuál fue ese punto de “antes” o de “felicidad” o si realmente existió en nuestra relación, porque los dos debimos ser felices... juntos...de seguro.. en algún momento.

Siempre que veo alguna pareja “feliz” me pregunto si ellos realmente son “felices” o si nosotros, juntos, fuimos realmente felices los dos como ellos lo son o aparentar ser. Recuerdo una reunión donde había amigos en nuestra casa, nos veíamos felices, aparentamos ser felices. Ellos al marcharse, tú te fuiste al cuarto a perderte en tu celular y yo me senté en la cocina a trabajar y no nos volvimos a dirigir la palabra en todo el día, fuimos como dos extraños, pero.. 

¿esos dos extraños fueron felices juntos en algún momento?

Yo decido pensar que si, que si fuimos felices juntos, en algún momento, asi haya sido un solo día de felicidad o algunas pocas horas, fuimos felices lo que dura en apagarse un suspiro, parece tan poco, de seguro fue un día o unas pocas horas, pero me quedo con eso. Pero no me quedo con aquel momento conscientemente, sino en mis sueños, he soñado muchas veces que somos felices y no distingo el día o el momento en mis sueños, es como una sensación de qué sé que eres tú la del sueño, y en ese momento soy feliz contigo, somos felices en aquel momento...

No todos los días te recuerdo con desprecio, ya que considero que pocas cosas positivas dejaste en mi, pero lamentándolo mucho para mi amor, fueron muy pocas. Intento poner en la balanza de las cosas buenas ese pensamiento de que seguramente, al menos, en algún momento fuimos felices los dos, al mismo tiempo. Pero no recuerdo ese día, ni esas horas, ni tampoco estoy 100% seguro de que realmente tú hayas sido feliz al menos un segundo conmigo.

Yo por mi lado.. si fui feliz contigo, en algún momento...




miércoles, octubre 30, 2024

Veintisiete Dólares al mes

Comenzando mi vida de soltero, de las primeras mujeres con las que salí fue con una Abogada. Especialista en Legislación Laboral, líder del departamento de contrataciones de aquella cadena de supermercados gringos que funcionaba en aquel país. Nos conocimos en el gimnasio y quedamos en ir a tomar un café después de una clase de multifuncionales. De eso ya hace unos 3 años o 4 años y de hecho, ella fue la segunda mujer con la que me acosté después de separarme de mi ex mujer.

Muchos recuerdos tengo de La Abogada, como cuando teníamos dos meses saliendo y por su excelente labor cuando estuvo en la universidad en el centro de estudiantes, le otorgaron un reconocimiento por el día del abogado. Aquel evento fue en el Colegio de Abogados de aquel país, ahí estábamos los dos como si fuéramos una pareja de años, ella llevándome de la mano a conocer a todos sus profesores y amigos, presentándome como su pareja, toda orgullosa de nosotros.

Algunos viajes a la región en la cual creció, me llevó a un museo en una Córbeta, conocí algunas playas del pacifico que no son para nada caribeñas, y al final de las noches fuimos al teatro. Unos de los mejores del país. Conocí a su familia y otros temas, solo tengo bonitos recuerdos de esa mujer, de su cuerpo, de los viajes y de todas las conversaciones interesantes que tuvimos después de coger como conejos en cualquier lado.

En nuestra primera cita, esa tarde hablamos de nuestras situaciones sentimentales, sentados en aquél café que le había recomendado su mejor amigo gay, ella estaba recién separada también, contando como estaba cansada de los hombres “inseguros y machitos”.. pero con una sonrisa muy coqueta me decía:

Tenemos dos cosas en común, lo de salir a correr y lo de haber salido de una larga relación.

Haciendo memoria hoy cuando escribo, no recuerdo de nada el por qué ella terminó su relación, lo que si recuerdo fue mi chiste cuando ella me preguntó:

¿y qué te quedó al final de tu relación?

Lo recuerdo bien, por lo que significa para mi aquella pregunta y por aquel chiste que solté..

¿el final de mi relación? Me dejó deudas.

Y ella muy curiosa me pidió detalles y como me sentí en confianza y necesitaba sacar todo aquello y desahogarme un poco con alguien le conté con detalles como básicamente mi ex mujer se había quedado con dinero que era “nuestro”. Ella me preguntó:

¿Cuánto fue? Y.. ¿Cuánto tiempo estuvieron juntos?

Después de responder con cantidades exactas de dólares y días, ella con su mirada de Abogada, como quien da un veredicto o una recomendación a un cliente, me dijo lo que fue el punto de inflexión, punto final y punto de cierre para mi de ese asunto:

Saliste barato, a veintisiete dólares el mes, ni un dólar al día valió ella para ti, al final de todo. Si esto fuese un divorcio, te cuento que ganaste sin lugar a duda… Es una tontería, pagas más al mes en el gimnasio de lo que te costó ella.

Y si, eso es lo que necesitaba oír para enterrar todo ese tema del dinero, después de darme cuenta que ni un dólar al día me costó esa mujer, al final… la sentí a toda ella tan barata, tan estándar. Hasta ese día pensé con molestia o resentimiento en eso. A los días, cada vez que pensaba en ella diciéndome:

Saliste barato, ni un dólar al día valió ella para ti….. solo me daba risa.

Salí unos 6 meses con La Abogada, al final terminamos porque tenía demasiadas similitudes con mi ex mujer, más de las que honestamente quería en mi vida de nuevo,  si algo tuve claro desde el mismo momento en que me separé, es que no quería otra mujer ni medianamente parecida a mi ex mujer, y esta chica lamentándolo mucho para ella, tenía bastantes similitudes.

También estaba el tema de que yo quería irme a Europa una temporada y ya me habían hecho una oferta de trabajo y estaba sobre la mesa, esperando mi respuesta y fecha de viaje. Obviamente ella con una carrera emergente en su ramo no se iba a ir a otro país a comenzar de cero y en una profesión que no se lleva muy bien con la migración. 

Fui incapaz de mentirle y sinceramente la terminé con un "no eres tú, soy yo" y primera vez en mi vida diciendo eso siendo muy cierto. También estaba muy seguro en que si seguía más tiempo en esa relación, me iba a costar más de veintisiete dólares al mes. Hoy día tengo una relación bastante cordial con La Abogada, no soy de seguir en contacto con mujeres de mi pasado, pero con ella siempre hay un mensaje de cuando en vez con un saludo y con algún chiste interno entre los dos.

Ella aunque no lo sabe, me ayudó a sanar, me ayudó a salir a flote después de toda mi separación y por eso siempre tendrá un lugar especial en mis Historias… Es primera vez que escribo de ella, estoy intentando retomar el blog pero ya no es una tarea importante para mi, pero ella hoy me llamó y hoy me provocó contarles de ella... de La Abogada.

Hoy me llamó para enseñarme un libro que encontró con un teléfono escrito en las primeras paginas, pero sin nombre. Un día, en una tarde de invierno vimos la película de Serendipity y nos habíamos prometido, que si nos llegaba a pasar algo de ese tipo, nos íbamos a avisar.

- Llama, a lo mejor es un posible marido sin argumentos cuando discuta contigo.
- Ya llamé, es una vieja que le gusta ir a bailar salsa y que le encanta echarle cuanta porquería hay a los completos. Avísame si le doy tu número.

….Hoy día, como es normal después de terminar una relación de muchos años, cuando tengo algún pensamiento intrusivo de mi ex mujer,  pensamientos que no llegan a diario pero siempre llegan por cualquier tontería, los elimino de una sola vez. Solo recuerdo cuando estaba sentado en aquel café con esa Abogada tan guapa, ella en aquél pantalón rojo y blusa negra, con aquel escote que detiene el trafico y con café en mano, mirándome fijamente, con una cara muy seria y sin andar con juegos, dando su veredicto como letrada:

Saliste muy barato, a veintisiete dólares el mes, ni un dólar al día valió ella para ti, al final de todo… Saliste barato.



lunes, septiembre 30, 2024

en el 3B de aquel edificio, en aquella calle.

Lo primero que hice cuando lo nuestro terminó, fue mudarme de ciudad, dejar a mis amigos atrás, las esquinas, las tiendas, todo. Lo más inteligente (según yo) fue mudarme a Europa, siempre quise vivir en aquel barrio cerca de ese centro comercial donde está la tienda Boston. Siempre me gustaron las camisas de esa tienda, cada vez que tocaba aquella ciudad iba hasta aquel centro comercial a tomar café y comprar camisas, con aquel sentimiento de “me gustaría vivir acá”.

Lo curioso de ese centro comercial es que años atrás fue una estación de trenes, años atrás como por mediados de los años 1800, hoy transformado en todo un centro comercial moderno y ahí estaba yo, viviendo al frente de aquella estación, al lado de la farmacia. Lo primero que hice después que me separé de ella, fue irme lo antes posible a otro continente a un puesto de trabajo que nunca me interesó pero que en ese momento fue como un bote salvavidas, un años después de que diera por terminada mi relación con ella estaba yo en el piso 3, 3B, de aquel edificio en aquella calle.

Decidí asumir costumbres europeas, como desayunar fuera y por casualidad de las casualidades en la otra calle, frente a la farmacia, diagonal al centro comercial había una cafetería. Por cuatro euros podías desayunar un par de tostadas con tomate y tomar  un buen café, en ese lugar conocí a mi compañero de desayunos, al buen Glen.

Glen es músico y trabajaba en un estudio como técnico de guitarras. Es de escocia y al igual que su servidor, estaba en aquella ciudad huyendo de su relación ya terminada, pero a diferencia de mi, él fue a escribir canciones a un sitio “más íntimo".. “más suyo” que de ella. Glen trabajaba en aquel estudio de música hasta las 18:00 y el resto del día lo invertía en caminar por aquella ciudad y conversar con personas, escribir poesía, canciones y sin falta, tomar una botella de cualquier vino barato antes de dormir.

Glen al igual que yo, estaba un poco roto, pero como un kintsugi, lo admirable de Glen es que nunca lo ocultó, al contrario, era como su carta de presentación: Hola, soy Glen y me dejó mi novia de 4 años, me dejó enamorado y perdido. Al contrario de mi, que jugaba la carta del ejecutivo de una trasnacional de nuevo, en una ciudad nueva con una moto rentada para ir y venir a la oficina, una moto rentada que realmente no necesitaba.

Tampoco necesitaba aquel trabajo, pero me mantenía ocupado de nuevo y lo más importante de todo: me hacía salir de casa todos los días y me acoplaba a una rutina que en casos de separación es de las mejores maneras de llevar el duelo que hay. 

El trabajo no eran tan mal pagado, pero mis gastos eran muchos más altos pero no me importaba en lo absoluto. Meses antes me había jugado la del Criptobro y el tema había salido bastante bien, aquel trabajo a medias tintas pagaba los gastos al límite, pero lo que si pagaba era mi nuevo comienzo. Volvía poco a poco a ser yo de nuevo, sentía como si hubiera estado perdido 5 años en un limbo, en una cárcel y recién estaba libre de nuevo y el mundo era otro, tuve que lidiar con la gordura y la calvicie del divorciado y convertirla es abdominales definidos de nuevo y raparme la cabeza por completo.

De los momentos favoritos del día después de unas semanas, era mi desayuno y mi charla diaria con Glen, él y yo no teníamos mucho en común más allá de que estábamos saliendo de una relación muy larga y de que nos gustaba mucho la música. En uno de esos días él me dijo algo, que hoy un par de años después resuena en mi mente con un pequeño recordatorio:

Mi tiempo con ella fue absolutamente maravilloso, toda la belleza, la buena energía, la audacia que trasmitía... fue absolutamente maravilloso, sé que en 10 años o en 5 años volveremos a ser amigos, y ocasionalmente haremos música de nuevo.

Y ahí estaba Glen, totalmente quebrado y perdido, pero con esos sentimientos asquerosamente positivos por aquella mujer de su vida y en ese momento tuve que intervenir:

No es necesario que me mientas, yo te entiendo porque estamos en el mismo barco, estoy en esta misma habitación contigo, con los mismos esqueletos en el armario. Si yo fuse tú, nunca haría nada con ella de nuevo, ni un acorde, ni siquiera compartiría la misma mesa, en algo tan banal como un desayuno, asi como desayuno todos los días contigo.

Glen me regalo una de esas carcajadas gaélicas que lo caracterizaban y no volvimos a tocar el tema nunca más….
¿por qué me llega ese pensamiento hoy?

Hasta hoy no volvimos a hablar del tema, pero recibí un mensaje de Glen hace un par de horas, me mandó una foto desde algún pub ingles tocando con su ex mujer, acompañado con un texto que dice:

Volvimos a hacer algo de música de nuevo, ella se casó el año pasado y yo por acá visitando a mis padres. Solo quería que supieras que si, te estaba mintiendo aquel día, pero recién hoy después que la vi con su esposo, me di cuenta.


la novia de glen


lunes, julio 10, 2023

Sustituta

Era navidad, esa noche teníamos una cena en casa de alguno de mis amigos. Me quedé con ella la noche anterior, habíamos quedado en ir… de hecho, por eso pasé la noche con ella. Durante todo el día estuvo insoportable, se puso a limpiar, me hizo ayudarla, todo el día de mal humor, amargada, al final de la tarde solo me dijo: mira, vete tú, yo no voy a ir a la cena, no quiero. Recogí mis cosas, nos despedimos, le deseé feliz navidad, llegué a mi casa... me bañé, me preparé y me fui a la cena de mis amigos con otra mujer.

Uno de mis amigos se estaba graduando de alguna carrera de esas complicadas, era la cena de grado, nos invitó. Durante 2 semanas todos hablaban de la fiesta, las novias de mis amigos comprando vestidos, mis amigas comprando vestidos, todo el ambiente era 100% fiesta de grado. Ella unos 3 o 4 días antes (al menos no fue el mismo día) me dijo: No estoy de ánimos, no quiero ir y esas fiestas no me gustan. Llegó el día de la fiesta, ella durante ese día prácticamente ni me habló, yo seguí mi día normal, entrené, trabajé y en la noche me fui a la fiesta con otra mujer.

Otro día teníamos un paseo a la playa, tampoco quiso ir, reuniones donde amigos que “no eran tan inteligentes como sus amigos”, viajes, salidas, nunca fue hasta que la dejé de invitar, no porque no podía ir, sino porque no le daba la gana y yo siempre hice esas cosas, no con ella sino con otra, con cualquiera, nunca la misma, siempre le tuve una sustituta. Hoy día pienso en retrospectiva, aunque considero que la mayoría del tiempo que pasé con ella fue una perdida de tiempo, si me hubiese gustado que esos recuerdos fueran nuestros, pero no… ella no quería, a ella nunca le daba la gana. Tal vez todo eso al final, hubiese marcado la diferencia entre los que nos pasó.

En este momento están dando Barbie en el cine, hay como una dinámica entre mis amigos que quieren ir al cine todos vestidos de rosa, voy a ir con mi novia, le comenté y está encantada con la idea, solo me dijo: ¿los dos de rosa? LO AMO.

Mientras se lo pedía, sentí incomodidad/temor que me dijera que no, que no quería, que no le gustaba. Y me di cuenta que esa sensación era por culpa de ella y por todas esas veces que la tuve que sustiuir.

Qué mal que siempre le tuve que tener una sustituta...